sábado, 20 de febrero de 2010

Lugar de partida: Colombia

Sentada frente a su casa, ella rememoraba toda su vida y pensaba qué extraños giros del destino la había traído al lugar que se encontraba actualmente. Quizás recordarlos le ayudara a planear su futuro, quizás solo era una tarde ociosa sin nada más para hacer.

Kate había nacido hacía 23 años en una ciudad costera de Colombia llamada Barranquilla, pero dos años después, sus padres habían ido a vivir al interior llevándola a la segunda ciudad más importante del país: Medellín, la bella capital antioqueña rodeada de verdes y gigantes montañas, aunque técnicamente la ciudad en la que ella vivía quedaba en un valle.

Siempre le gustó leer, de hecho fue lo primero que aprendió a hacer, antes de caminar. Al año y medio era capaz de leer un cuento completo “de corrido” y era muy curiosa (demasiado curiosa dirían algunos), su interés por el mundo que la rodeaba parecía no tener fin. Esta cualidad la conservaría durante toda su vida aunque, algunas veces, la metería en varios problemas.

Viviendo en Medellín su familia se expandió, nacieron sus dos hermanas, dos y tres años menores. Ellas, sus papás y un tío que veía de vez en cuando eran su única familia en esta ciudad, pero ella sentía que no le hacía falta nadie más, su hogar siempre lo consideró Medellín, mientras que la costa era simplemente la ciudad a la que iba de vacaciones al mar y la otra familia… bueno, no era familia, eran parientes que veía de vez en cuando.

En el colegio siempre fue buena alumna, un tanto indisciplinada, pero en el plano académico siempre estuvo en los primeros lugares. Ella pensaba que su niñez había sido buena, tuvo varios amigos, hizo un montón de travesuras, jugó lo que tenía que jugar, trepó los árboles que tenía que trepar y sin mayor problemas tuvo su paso a la adolescencia, conoció personas nuevas, tuvo sus primeros romances, afianzó más sus amistades, tuvo sus rebeldías de adolescente (se reía sola al recordar ese sentimiento ambivalente entre ser un niño o un joven adulto que, aún con 23 años, a veces sentía).

Empezó a estudiar Ingeniería de sistemas pero no le gustó esa carrera, en especial porque había sido elegida sus padres y no por ella. ¿En qué diablos habré estado pensando?, se pregunta ahora cuando recuerda ese episodio de su vida – toda esa angustia, todo ese drama, ¿cómo decirles que no era eso lo que yo quería?... pero no sabía qué más hacer, no sabía qué quería hacer con mi vida - piensa. Inevitablemente eso tenía que suceder para encontrar lo que de verdad era para ella, sin embargo ella es más bien testaruda y sigue pensando que muchas de esas cosas se habrían evitado si hubiera sido un poco más firme en sus decisiones.

Nunca pensó en ser traductora (ni siquiera sabía que eso era una carrera) pero cuando presentó el examen y pasó, empezó a asistir a las clases, se dio cuenta que quizás había encontrado algo interesante. Y en verdad que encontró lo que le gustaba, sus cuatro años de universidad le dieron más alegrías que nunca, no sólo en el plano académico (aprendió tres idiomas) sino en el personal: conoció a muchos chicos interesantes, en especial aquel que le sonreía desde lejos y que secretamente quiso pero nunca se atrevió a decirle. Conoció a sus mejores amigos y amigas, recorrió varias ciudades de Colombia, y hasta empezó a soñar con expandir sus horizontes.

Ese sueño no sale de su cabeza, con el sol tibio en su cara y de fondo los ruidos de la ciudad tan familiar piensa que su vida ha sido bastante agradable, pero siente que ya es tiempo de partir. Quiere viajar, visitar otras culturas, conocer otras personas. ¿Quién sabe? quizás esa noticia que llegará en unos meses contenga su tiquete de salida...

7 comentarios:

Kate dijo...

Hola a todos. No sabía cuál era la extensión del escrito. Espero no haberme excedido mucho.

Saludos y mucho ánimo.

Claudia Corazón Feliz dijo...

Tengo la sensación que desde el tercer párrafo el texto te salió más fácil, como natural. Me gustó mucho cómo expresas lo que piensa y siente el personaje principal (o sea tú).

Un gusto leerte por primera vez.

Katty dijo...

No es tan largo el relato si piensas que lograste contar prácticamente toda tu vida y como te sientes respecto a ella, me gustó lo que hiciste.

Anónimo dijo...

en líneas generales, me parece un texto bien escrito gramaticalmente (salvo errores menores en la puntuación) y que se lee con facilidad (quizá demasiada). asimismo, se agradece la capacidad de síntesis.
existen algunos detalles que conviene revisar, como, por ejemplo, someter el ego a la voluntad del narrador; es decir, que aun cuando se trate de un relato autobiográfico, se debe mantener bajo el más absoluto control todo impulso egotista y autoglorificador.
finalmente, quisiera subrayar que para aproximarse a la naturaleza profunda de lo humano, se requiere alcanzar cierto equilibrio entre claros y oscuros, entre lo puro y lo podrido. aquí sólo se ve luminosidad.

Tito M.

Ainhoa Noruega dijo...

A mí me ha gustado mucho... yo no soy ninguna experta en literatura ni muchísimo menos, pero me encanta leer y con tu relato he disfrutado :)

María José dijo...

Está súper clara tu presentación. Me llamó la atención la facilidad con que puntualizaste tu vida. A lo mejor es porque a mi me cuesta ;)

Saludos.

M dijo...

Kate: Me parece que tu relato está súper bien redactado, lo haces interesante, cuentas muchas cosas distintas, pero relacionadas entre sí. Ese era el objetivo de este primer trabajo y me parece que lo lograste super bien!