sábado, 30 de octubre de 2010

Buena y mala literatura

Para esta semana, mientras esperamos a que surjan más temas de trabajo, proponemos este ejercicio/debate sobre Buena Literatura y Mala Literatura:


A veces lo tomamos como algo obvio, pero no muchas veces nos hemos detenido a pensar: ¿Qué hace que una lectura sea "realmente" buena? ¿Qué diferencia a la buena de la mala literatura?

Lo más difícil en este caso es calificar un texto desde un punto de vista objetivo, porque obivamente en gustos no hay nada escrito y diferenciar lo "bueno" de lo "malo" puede, en muchos casos, ser demasiado subjetivo. Muchas veces pasa (y ha pasado en este taller literario) que decimos: "A mí parecer creo que al texto le faltó/sobró algo" pero ¿podemos basar un argumento en algo que nosotros mismos pensamos o sentimos?

A mí en lo personal me carga Paulo Coelho, pero eso no quita que haya un montón de gente que lo lee y lo ha transformado en best seller. ¿Por qué si yo creo que él es un pésimo escritor hay otra gente que lo admira? Porque por supuesto el veredicto jamás se puede basar en una opinión 100% objetiva. Yo creo que no existe ninguna receta para escribir grandes obras maestras, creo que el talento de un escritor está en su visión. En la visión que tiene de las cosas y en como él o ella es capaz de transmitir esa visión en palabras que se nos transforman en imágenes. Me parece a mí que cuando el autor crea complejas imaginerías que se nos hacen simples de esbozar, que se nos hacen simples de recrear como una escena o sentimiento cuando leemos, es un buen autor.

Pero no basta con la capacidad de crear buenas imaginerías, sino que también se trata de no caer en clichés, se trata de ser original y realmente crear las imaginerías por cuenta propia, algo que nadie nunca antes haya dicho de la misma manera . Volviendo al caso de Paulo Coelho (en mi caso me carga, pero lo uso sólo de ejemplo y que me perdone la persona que le guste) me parece que él tiene un problema de caer en la obviedad, no me parece que cuando escribe dice algo nuevo o que no sepamos de antes. Sus interminables frases del tipo: "El amor es..." demuestra que no tiene la capacidad de asombrarnos y que recurre al recurso más trillado de la humanidad al explicarnos con otras palabras cosas que son de conocimiento universal ("El amor todo lo puede y es puro y blah blah...")

Otra de las cosas que en mí opinión hacen un buen texto es que el texto sea en sí un ejercicio intelectual. El texto debe tener espacio para poder ser interpretado, digerido y al no sernos entregado en bandeja podemos disfrutarlo y usar más tiempo en él. Claro que no en todos los casos es o tiene que ser así de complicado. Tampoco es así que lo único que leamos vaya a ser Kafka. También podemos disfrutar de otro tipo de lecturas un poco más livianas.

Lo que debería ser universal en el arte de escribir buenos textos vendría a ser:

  • El uso del vocabulario debe ser completo y debe respetar el conexto en que se desarrolla la historia
  • El uso de la gramática por supuesto debe ser correcto (A menos que algo se trate de lograr, al alterar la gramática en forma deliberada para darle alguna interpretación o expresión al texto que el lector debería interpretar)
  • El diálogo debe ser creíble
  • Los personajes centrales deben tener caracteres bien definidos (Otra vez también, dependiendo de lo que el autor quiera expresar)
  • La historia debe ser coherente y se deben seguir algunos aspectos técnicos de la narrativa. Esto quiere decir que se deben usar los tipos de narrador de manera coherente, tiene que haber un tema a seguir, un tipo de mundo etc, lo que a veces puede alternarse en el transcurso de la historia pero de manera eligible y con una intención clara y definida.

También están los aspectos más subjetivos para que un texto nos guste o no:

  • La historia es interesante y el lector se siente identificado con la historia o se siente atraído hacia ella.
  • La lectura se hace placentera para el lector. Es subjetivo en el caso de que una lectura se puede hacer más placentera para unos que para otros.
  • Los personajes me cayeron mal o bien (Sí, creánme, a la hora de juzgar un texto, hay de todo)
  • La lectura se nos hizo muy difícil o muy fácil.
  • Al lector le pareció que en el texto habían muchos modismos y no los entendió por lo que el texto se le hizo demasiado "distante" a su realidad.
  • El lector considera que el texto debería haber sido escrito de otra manera.
Y ahora el ejercicio que quiero proponer. En el espacio de los comentarios quiero que opinen qué les parece a ustedes una buena o mala lectura y por qué. La idea es que abramos un diálogo y luego una discusión sobre el tema. Lo mejor es si alguien me dice si es que no está de acuerdo conmigo o con alguno de los puntos que escribí y porqué no lo está y abramos la discusión. Este ejercicio nos va a servir para saber los puntos de vista de cada una y para cuando comentemos los cuentos de las demás sepamos a que atenernos, ya que, como dije, lo principal a la hora de dar una crítica y recibirla es saber que siempre se va a tratar de un punto de vista subjetivo, al menos cuando se trata de textos.

Esperamos sus comentarios!

viernes, 29 de octubre de 2010

Noche oscura

Horas de juego interminables
mis pensamientos sin sentido
y tu sonrisa adorable
ven, que ya ha anochecido.

Dame un abrazo que me desarme
únamonos en un sólo latido
calla, deja que primero te hable
sobre lo de siempre y lo añadido.

Toma mi mano muy fuerte
No importa si ya has caído
incluso al borde del abismo
antes de que caigas ya te he cogido.

Es hora de dormir cariño
cierra tus ojos como hemos convenido
que aquí estaré cuando despiertes
te prometo nunca estarás desprotegido.

Te miro cual ángel en mis brazos
una vez que te has dormido
esas pestañas largas y hermosas
y me pregunto a quien has salido.

Despacio te dejo en la cama
una amago de sonrisa, ¿sueñas algo divertido?
pasos silenciosos hasta la puerta
y me voy sin hacer ni un ruido.

Tejo en mi silla, esperando la mañana
oigo que en la cocina la tetera ya ha hervido
y mientras saboreo el olor de la canela
me pierdo en la noche y su oscuro olvido.

lunes, 25 de octubre de 2010

Dedicado a ti

Corro, no por la pradera,
ya no corro contigo,
corro sin ti,
comienzo otra era.

Hemos cambiado,
ya no somos iguales,
pero tanto yo te he dado
que queda poco de mí

Mucho te he pensado,
a tí y a mi contigo,
pero nos hemos alejado,
y por eso hoy me despido

A pesar de lo que digo,
y aunque de mí te has marchado,
en mis sueños te persigo
y tu recuerdo sigue aquí

Corro, ya no por la pradera,
no corro contigo,
ahora corro sin ti,
comienza otra era.

Una sonrisa te dejo
un beso te envío
y aunque se viene el hastío,
ya puedo correr sin tí.

domingo, 17 de octubre de 2010

La despedida

Día soleado, día de estrellas,
noches blancas, luna llena
el pasto mojado, rocío mañanero,
la brisa fresca soplando en el cielo
sin embargo mi alma, sufre una afrenta
cual pequeño velero en plena tormenta

Esta carta honesta, a ti dirigida
contiene en sus versos mi despedida
no la firmaré porque tu posición debe ser cuidada
y si la sociedad se entera mi alma se verá quebrada

Párrafos cortos, letra menuda,
pequeños dibujos que esconden la duda
estilo ligero, triste por demás,
una que otra lagrima cayendo al compás
espero que me oigas, espero que entiendas
que la decisión hoy tomada, no permite arengas

Fueron noches hermosas las que pasé a tu lado
disfruté la brisa y el calor del verano
las noches de invierno fueron aún más bellas
el calor de tu cuerpo ocultaba las centellas

Pero de esos momentos de amor y pasión
quedó como resultado una terrible adicción
a ti, a tus besos, a tu piel como fruto
y en mi vientre, hoy, un creciente tributo.

Ambos sabemos que el fruto de nuestro amor
en este mundo cruel no tendría perdón
sufriría el yugo de los hijos rechazados
porque sus progenitores no eran aceptados
por eso hoy, mi decisión prima
y mi amor por ti me lleva a la cima
de un terrible pico de dolor y tensión
pero lo prefiero antes que tu dimisión.

Unas cuantas pastillas, un poco de alcohol
quizás un veneno calme esta desazón
sólo espero comprendas, ni siquiera que perdones
porque me llevo conmigo parte de tus dones
y aunque quizás tú ni te des cuenta
sé que mi alma quedará contenta

Recuerda que siempre contigo estaré
desde allí donde estemos de ti cuidaré
nos vamos hoy, pero no te olvidaremos
tú continúa con tu vida de sueños supremos
y algún día, cuando a nosotros te unas
recuerda que un amor no muere en la bruma
permanece por siempre, aún en la eternidad
porque en este mundo, no permiten la verdad

viernes, 15 de octubre de 2010

Poesía

El tema para este trabajo lo ha propuesto Kate y es Poesía:

En wikipedia podemos encontrar qué es la poesía y los tipos de poesía que existen.

La propuesta para la próxima tarea es escribir una poesía (tema libre) pero con la condición que cada párrafo tenga cuatro líneas y que rimen (ya sea la línea uno con la cuatro o la dos con la cuatro o la uno con la tres). La idea es que transmita un sentimiento a través de las rimas.

Como ayuda Kate encontró este diccionario de rimas. Simplemente ponen las palabras y el diccionario les busca posibles rimas.

Es una buena ayuda, sin embargo, como comentó alguien "Un diccionario de rimas no ayuda a escribir buena poesía, así como el Kama Sutra no contribuye a una satisfactoria relación sexual, ni la guía telefónica nos puede relacionar con toda esa gente.

Al que Salamanca non da…"

A poner a volar la imaginación!!!

Bueno, ya está dada la tarea... Nos leemos pronto!

domingo, 10 de octubre de 2010

Una limpieza difícil

Se ha hablado de todo tipo de fantasmas, los que habitan en las casas, los que habitan en los lugares baldíos, los que se pegan a los seres humanos y le roban las energías (creo que les llaman vampiros), en fin, si hablamos del reino sobrenatural, las manifestaciones demoníacas son muchas.

Sin embargo, la historia que me pasó hace poco supera todas las expectativas. Si mal no tenía entendido, un ente sobrenatural se encuentra más que todo en lugares viejos, decrépitos y con mucha historia de actividad paranormal. No en vano las historias que nos asustaban de pequeños tenían lugar en casas antiguas, en terrenos extraños, en noches oscuras de tormentas. Por eso al principio no pensé que a mí me estuviera pasando algo sobrenatural, pero este ente que me persiguió estaba en mi computador

Sí, así como lo escuchan. Yo pensé que era algún virus de computadora, de esos que te vuelven la vida cuadritos. Pero llegó un punto en el que lo que hacía era demasiado extraño para un virus, y cuando pasó al plano real, mi imprudencia casi me mata.

Mejor empiezo por el principio. A mí me gustaba mucho andar visitando esas páginas que contaban historias de terror y que hablaban de brujería, satanismo, demonios, y otras cosas paranormales. Mi hobbie era quedarme hasta tarde leyendo, viendo videos y escuchando esas grabaciones que llaman psicofonías. Era completamente adicta a dichos sitios y mi imaginación volaba con ellos.

Ya mi abuela me lo había advertido, que me dejara de esas cosas, que lo que estaba haciendo era abrir una puerta para que los del reino de los indeseables entraran, y que esa limpieza era muy difícil. Yo me ría de ella: - Ay abuela, estamos hablando de tecnología, de cosas que usted no entiende. Antes si se podía temer porque los muertos quedaban atrapados en lugares físicos y la gente iba a molestarlos, pero aquí lo que estoy viendo es como una especie de biblioteca virtual, no hay ningún peligro – Y yo seguía terca, adicta a esta información.

Una tarde que llegué temprano del colegio, que estaba sola en la casa, me fui derecho a mi computador a seguir mi investigación paranormal. Había encontrado una página en la cual se encontraban varias psicofonías grabadas en casas embrujadas, en cementerios y hasta una en la habitación de un bebe. Estaba concentrada escuchando cuando mi mirada se posó sobre uno de los links de esa página, que decía “psicofonía de limpieza virtual”, inmediatamente di clic sobre ella. Al instante me salió una ventana con un aviso: “Usted entra a este sitio bajo su propia cuenta y riesgo, si usted es una persona sensible le recomendamos salir inmediatamente”.

Me reí de la ingenuidad de quienes advertían, ¿qué peligro podía haber en escuchar una psicofonía? Sin embargo, la prohibición hizo que mi curiosidad se disparara, y haciendo caso omiso entré. Al principio no pasó nada, luego me pidió confirmación para bajar un archivo que guardé en mi disco para poder borrarlo después. Era una grabación y con mucha expectativa le di play. Escuché un pequeño rasguño, una respiración y una voz que decía… hola… todo en menos de veinte segundos.

Me sentí decepcionada porque esperaba más de semejante introducción, sin embargo sabía que había gente payasa en Internet que trataba de hacerle dar susto a los otros, pero lo que hacían era que uno perdiera el tiempo.

Cerré dicha página y me concentré en hacer mis tareas. Debía empezar a escribir sobre los hechos de la segunda guerra mundial, pero no me lograba concentrar. Aún tenía rabia por haberme ilusionado tontamente. Empecé a escribir cuando empecé a notar que mi Mouse se movía, no el ratón sino el puntero. Pensé que había dejado mal puesto y lo moví. Volvió a la normalidad. Luego empezó a titilar mi pantalla, como si quisiera apagarse. La golpeé un poco y se arregló. Al rato el computador se apagó, intenté con ctrl + alt + supr cuando la pantalla se puso verde, y lentamente una figura fue tomando forma en la pantalla. Repentinamente la figura se transformó en una cara, parecía una máscara, con los ojos cerrados. Yo estaba paralizada, no me podía mover, no podía ni reaccionar. Esa cara me tenía hipnotizada. Repentinamente, la cara empezó a abrir los ojos, y en ese momento recuperé fuerzas y salí corriendo de mi cuarto. En el pasillo me encontré con mí a abuela que había acabado de entrar. Sintiendo mi agitación me preguntó qué había pasado. Casi sin voz le dije que había algo raro en mi computadora. Entramos juntas y yo casi con los ojos cerrados, sin embargo, mi computador estaba encendido como de costumbre con mi tarea abierta.

Mi abuela me regañó porque seguro me había quedado dormida y había tenido una pesadilla. Me regañó otra vez por estar viendo páginas de fantasmas y me advirtió que el reino sobrenatural no respeta tecnologías ni fronteras: “Todos somos energía, y tu preciosa tecnología una mucha energía, seguro estas abriéndole la puerta a algo que no quieres tener aquí”.

Me quedé pensando en lo que me dijo mi abuela, sin embargo, me sentí tonta. Revisé la computadora pero no encontré nada extraño. Apagué y me fui a dormir. La tarea la terminaría después.

Me dormí inmediatamente, sin embargo, ya avanzada la noche sentí un rasguño cerca de la cabecera de mi cama. No quise abrir los ojos, porque pensé que seguro iba a pasar, cuando al momento siguiente, escuché una leve respiración. Pensé que era mi imaginación que me estaba jugando una mala pasada, sin embargo me quedé absolutamente quieta. Era verdad, sentía una presencia al lado de mi cama, alguien estaba rasguñando la cabecera de la cama y respiraba lentamente. Traté de no moverme, de no dar a entender que estaba plenamente consciente, pero la entidad presintió mi cambio, y sentí que alguien o algo se sentó en mi cama. Con los ojos aún cerrados me levanté, me enredé en las cobijas y caí al piso. Comencé a gritar cuando sentí que un par de manos me agarraba la espalda y me volteaban. Abrí los ojos y de golpe vi a mi abuela con cara de preocupación. Estaba bastante asustada y me preguntaba qué me pasaba. Sólo pude abrazarla y entre llantos le conté lo que me había pasado. Ella me dijo que me había escuchado hablar, y al abrir la puerta estaba en el piso gritando. Esa noche me pasé al cuarto de ella porque no quería volver al mío.

Al día siguiente me sentí tonta, y pensé que me había dejado llevar demasiado por mi imaginación. Sin embargo evité mi habitación por un buen rato. En la tarde ya no encontraba nada que hacer y decidí volver a mi computadora. Prendí y entré a internet, de repente me saltó un vínculo que decía "Detalles de limpieza", y aparecía mi cara. Me asusté, pero la curiosidad pudo más. Hice clic en vínculo y abrió un video. Era mi cuarto, la noche pasada, visto desde arriba, como si una cámara colgara del techo, allí estaba yo dormida, y había alguien a mi lado, que me observaba. De repente yo me levantaba y salía corriendo y el ente me perseguía, yo me tropezaba y luego caía y ya el ente se desaparecía. En ese momento aparecía mi abuela y me agarraba. Muy asustada bajé corriendo a decirle a mi abuela que viera el video, pero cuando llegamos a la computadora, ya el link redirigía a una página no encontrada.

Mi abuela ya estaba preocupada, me decía que dejara de entrar a esas páginas porque me estaba buscando un peligro serio. Por ese día le hice caso, pero tenía miedo que en la noche me fuera a pasar algo parecido. Así que decidí irme a dormir con mi abuela.

A media noche desperté de repente, un ruido… venía de mi habitación. Mi abuela dormía profundamente así que no la quise despertar, pero con el corazón en la mano me dirigí a mi cuarto. Abrí la puerta, y vi que mi computadora estaba encendida. Me acerqué a ver qué me quería mostrar y vi en la pantalla otra cara, diferente a la que había visto hacía dos noches. Esta me miraba fijamente, y aunque por mi garganta subía un grito, mis labios no lo dejaron salir. Me acerqué firmemente a la pantalla y confronté a lo que fuera que me estaba mirando. Sin embargo, mientras me acercaba iba notando algo extrañamente familiar en esa mirada. Me recordaba a alguien, sólo que no lo lograba ubicar. Me acerqué aún más, y estiré la mano para apagar la pantalla cuando sentí un calambre por todo mi cuerpo y perdí la consciencia.

Al rato desperté en mi cama, y no me podía levantar. Abrí los ojos y vi la misma persona que me miraba desde la pantalla, pero esta vez frente a mi cama. Intenté moverme pero no pude, intenté gritar pero tampoco logré pronunciar sonido. El ente empezó a rondar mi cama y yo sólo atinaba a mirarlo. A pesar que tenía miedo, sólo lograba preguntarme quién era y qué quería. Su cara me era muy familiar, esos ojos grandes y grises, cómo los míos. La forma de la nariz, la curvatura de la boca. ¿Sería posible? Inmediatamente, como si el ente supiera lo que yo estaba pensando, me dirigió la mirada y se empezó a acercar a mí. Mi corazón empezó a latir muy rápido y en un momento dado, alcancé a levantarme de la cama y corrí hacia la habitación de mi abuela. Ella no estaba en su habitación, pero antes de salir divisé que bajo de su cama había un computador portátil, uno que nunca antes había visto. La curiosidad se apoderó de mí y tomé el computador en mis manos, estaba encendido y tenía un archivo conocido, aquella psicofonía que había escuchado días atrás. Vi que tenía varios videos también, de aquella figura que rodeaba mi cama mientras bailaba de una forma extraña, como describiendo un ritual, como si luchara con el aire. Casi todos los videos tenían el mismo contenido, y en ellos yo estaba profundamente dormida.

Repentinamente caí en cuenta, la segunda cara que había visto era la de mi abuela, pero mucho más rejuvenecida. Me dirigí otra vez a mi cuarto y allá la encontré, tenía los ojos grises muy abiertos, y luchaba con el aire. O eso me pareció. Lentamente otra figura fue tomando forma dentro de mi cuarto, la máscara que había visto en mi computadora la primera noche. Esos ojos que me miraron con tanta profundidad. Mi abuela seguía en su lucha y yo paralizada no sabía qué hacer. Lentamente todo se fue poniendo negro y perdí otra vez la consciencia.

Ya sé que no vuelvo a meterme en esas páginas paranormales, ya mi abuela me lo había advertido. Ella me había dicho que esa limpieza era difícil, todas las noches ella debía limpiar y sacar a todos los entes que yo dejaba entrar. Y lo peor es que nunca se sabe cuándo puede quedar uno por ahí en algún archivo, en alguna carpeta oculta…

jueves, 7 de octubre de 2010

Evidencia

Fue una noche terrible. Primero pensé que era un resfrío que estaba empezando, porque a ratos me moría de calor y sudaba y a ratos temblaba y sentía que el frío me calaba los huesos. Al otro día tenía que levantarme temprano. Era el día de defensa de mi tesis, el día que culminaba mi esfuerzo de cinco años de sacrificio. Quizás eran sólo nervios. Me dormí a saltos.

Eran pasadas las tres de la mañana cuando me desperté. La luz de la luna se filtraba por la cortina que cubría mi ventana. La casa estaba tan silenciosa que me llamó la atención. No se oía ni un crujido nocturno de la casa expandiéndose o recogiéndose, ni los ladridos de algún perro solitario e insomne, ni los maullidos de alguna gata en celo sobre el tejado vecino. Sólo oía el silencio y el latido acelerado de mi corazón. Corrí la cortina para tapar la ventana completamente, pensé que era la luz lo que me había despertado, y me tapé hasta la nariz. Sin una razón aparente, recé un padrenuestro. No lo hacía desde hacía años. Volví a dormirme.

Cuando me desperté nuevamente y miré el reloj, me dí cuenta de que sólo habían pasado quince minutos. Algo estaba mal, mi cuerpo me avisaba que algún peligro invisible y desconocido me acechaba. Pensé que eran paranoias mías y que un vaso de leche tibia solucionaría mi dificultad para conciliar el sueño, pero cuando quise levantarme...

No podía moverme. No podía hablar. Pensé que era una pesadilla. Mil veces había oído hablar de ese estado de semiconsciencia en que no estás completamente dormida ni completamente despierta. Sentía que estaba despierta, mi mente estaba despierta, pero mi cuerpo estaba totalmente inmóvil y adormecido. Los ojos, sin embargo, podía girarlos y ver a mi alrededor. El reloj en la mesa de noche, la cortina cubriendo la luz de la ventana y en la puerta... en la puerta ví la sombra.

Cuando ví esa sombra claramente humana parada en la puerta, sentí que un aullido inhumano, gutural y primitivo escapó de mi garganta. Era miedo, miedo puro, miedo irracional. Un escalofrío de terror me recorrió la columna, una corriente de terror me paralizó el corazón por un microsegundo. Cerré los ojos fuertemente. Padre Nuestro que estás en los cielos...

Una pesadilla, tenía que ser una pesadilla. Aún así, seguía sin poder mover el cuerpo y no me atreví a abrir los ojos. Los muelles de mi cama crujieron. Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino...

Por favor, por favor, por favor, supliqué. Sea lo que sea, Diosito, que se vaya, por favor, protégeme. Sentí el peso de un cuerpo sobre mi cuerpo. Me oprimía el pecho, me costaba respirar. Sentía los latidos del corazón enfurecidos en mi garganta. El peso sobre mi cuerpo incrementaba, me iba a aplastar, me iba a reventar. Hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo...

Por fin pude gritar y con el grito, el peso desapareció. Salí corriendo de mi habitación y me refugié en el dormitorio de mi hermana. Se asustó al verme. Le dije que había tenido una pesadilla horrible y que me dejara quedarme con ella. Pasé las pocas horas hasta la mañana soñando pesadillas extrañas y difusas.

Por la mañana me fui a la universidad. Defendí mi tesis mediocremente, pero obtuve una nota aceptable. Nos fuimos a celebrar con mis compañeros. Yo no podía sentirme alegre. Algo me oprimía el corazón y miraba con temor cada esquina, cada persona, cada rincón de oscuridad. Un par de tragos más tarde ya sentía el alma más ligera. Qué tonta había sido. Me había asustado una pesadilla sin sentido. Ya estaba oscuro cuando cada uno se fue a su casa.

Del paradero a mi casa hay dos cuadras de distancia. El miedo volvió a asaltarme cuando me encontré en la calle vacía y silenciosa. Decidí caminar por el medio de la calle, lejos de las sombras de los árboles. Varias luces de los postes empezaron a parpadear cuando estaba a mitad de camino. Sentí pasos detrás mío. Me volví a mirar. Ahí estaba de nuevo. La sombra me seguía. Corrí desesperada hasta llegar a mi casa.

En casa no hay nadie. Tengo miedo. Hasta hoy nunca creí en estas cosas. Tengo todas las luces prendidas y siento que me va a dar un ataque cardiaco cada vez que parpadean. Llamé por teléfono a mis padres y a mis hermanos, pero los teléfonos no comunican. No me atrevo a salir de la casa. Escribo estás líneas porque...






El resto de la carta está ilegible. Es la única evidencia que se ha encontrado de la desaparecida. En su habitación no hay señales de forcejeo ni de que ha estado aquí después de haber salido por la mañana. Las últimas personas en verla fueron sus compañeros de universidad. Los padres nos llamaron al llegar a casa y encontrar todas las luces encendidas, sin señales de su hija. Se procede a dar el parte a la sección de personas desaparecidas. No se descarta alguna enfermedad mental latente y/o el uso de drogas alucinógenas, de acuerdo a lo leído en la carta encontrada en la mesa de noche. Se da el parte a hospitales e instituciones de salud mental.

Firma.
Tte. Marcos González
Santiago, 07 de septiembre de 2010